Descansa el dragón adormecido por el oleaje, descansa pensando que
aún no ha llegado su hora, descansa en saberse más poderoso, descansa en el
descanso del saber.
El dragón acecha
de día y de noche, en la mañana y en la tarde, en el pasado y en el futuro...
Hoy descansa
abatido por el cansancio de no poder hacer nada, respira en mi interior y su
fuego abrasa mis pulmones, sus ronquidos dejan ciegos mis deseos y la dureza de
su piel hace inaccesible el acceso a mis pensamientos más blancos.
Lucho de día,
lucho de noche, lucho en la mañana y en la tarde; abatido caigo sobre la arena
y descanso; descanso sabiendo que él duerme…
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